lunes, octubre 24, 2005

LLENOS DE GLORIA

"En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos? Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos". (Hageo 2:1 al 9) El propósito de Dios es para todos, no solo para algunos escogidos o para los que lideran. Dios desea vernos a cada uno de nosotros frente a su rostro. Si ya hemos visto su Gloria o destellos de su Gloria, no es nada comparado con lo que vendrá. Quizá usted haya pensado que somos muy poca cosa, que su iglesia es “insignificante”, que somos como nada, que nos hemos puesto una meta muy alta, que no somos capaces. Quizá usted se acuerda de cuando empezó y hace una comparación y la línea de la estadística es en contra. Pero no usted no debe olvidar, que aunque no lo veamos, que aunque la respuesta demora en llegar, ¡¡Él está con nosotros!!. ¡¡Aleluya!!. Dios insiste en que tenemos que esforzarnos, una y otra vez. Si no nos esforzamos no lograremos ningún objetivo. Y Dios debe ver nuestro esfuerzo, para Él eso no pasará por alto. Dios nos insta a cobrar ánimo. Por lo tanto, los desanimados, levantarse. Los dudosos, afirmarse. Los que esperan ver, ¡¡tengan fe!!. Dios agrega: Trabajad. Pónganse las pilas. Determinen y hagan. No es tiempo para descansar. Hay mucho por hacer. Pero eso no es todo: Yo estoy con vosotros. Yo no he cambiado. Mi pacto con vosotros sigue vigente. Mía es la Plata y mío es el oro ¿De qué se preocupan?. No teman. No teman. El Deseado de las naciones. Jesucristo, está con nosotros. Su Gloria llena esta casa. Su Gloria llena mi vida, y su vida. Su Gloria lo llena todo. Su Presencia lo llena todo. El tiempo de esforzarse, de cobrar ánimo y de trabajar ha llegado. No tenemos excusas. El Señor no ha cambiado en nada, es el mismo de ayer. Y su promesa de ayer está hoy con nosotros. No debemos temer. Nada nos puede amedrentar. El tiempo de trabajar ha llegado. Abra las puertas de su hogar esta semana e invite a todos aquellos que necesitan al Señor. Déle usted una oportunidad de ser salvos. Póngase a cuentas a cuentas con el Señor. Es necesario santificarse. De otra manera no podemos presentarnos ante el Señor. Si tenemos que arrepentirnos de lo que hemos dicho o hemos pensado, hoy es necesario que lo hagamos. Mientras en Chile todo el mundo está pendiente de un nuevo mediador para llegar a Dios, nuestra atención debe estar puesta en el Señor, Él es el único mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo. Necesitamos ser fortalecidos con la Presencia de Dios. Es necesario que la Gloria de Jehová llene esta casa. Es necesario que la Gloria postrera, Jesucristo en persona, a través de su Espíritu Santo, nos revista de poder. Debemos mostrar al mundo su Gloria. Llénate hoy de su Gloria. Con amor, Templo Corbán

lunes, octubre 17, 2005

CERCADO POR DIOS

"Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra” (Job 1: 6 al 10) Si obedecemos a Dios en todo lo que Él nos manda a hacer, si andamos en sus caminos, si le alabamos, y le adoramos, Dios hablará bien de nosotros, seremos para Él un especial tesoro, además Él nos protegerá y Él nos bendecirá, no solo a nosotros sino también a todo lo que poseemos. En Cristo podemos estar seguros y confiados. Dios ha puesto un cerco a nuestro alrededor, alrededor de nuestra casa y de todo lo que poseemos, estamos bajo su protección y nada nos pasará. Sus bendiciones son parte de nuestra existencia, vivimos bajo su protección y bendición. (“El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente” Salmo 91:1) Pero si pasamos o estamos pasando por alguna dificultad, no se desanime, “fortalézcase en el Señor y en el poder de su fuerza”, toda situación adversa que vivamos es porque Él lo permite por alguna razón. La prueba nos templará, nos hará crecer, nos fortalecerá. Anímese y disfrute de la cobertura que nos da nuestro Dios, pues va mas allá de lo que podemos pensar. Con amor Templo Corbán

jueves, octubre 06, 2005

CON VOSOTROS ESTOY YO

"y les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel, al cual me enviasteis para presentar vuestros ruegos en su presencia: Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho. No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano; y tendré de vosotros misericordia, y él tendrá misericordia de vosotros y os hará regresar a vuestra tierra. Mas si dijereis: No moraremos en esta tierra, no obedeciendo así a la voz de Jehová vuestro Dios, diciendo: No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni padeceremos hambre, y allá moraremos; ahora por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para morar allá, sucederá que la espada que teméis, os alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto os perseguirá; y allí moriréis." (Jeremías 42:9 al 16) Aunque todo parece oscuro, el Señor sigue con nosotros. Aunque no veamos solución a nuestro problema, el Señor sigue con nosotros. Aunque pensemos en cómo mejorar nuestra situación y hacerle el quite a los problemas, no es la voluntad del Señor. La situación vivida por Judá en tiempos del profeta Jeremías nos indican que Dios tiene un Plan y el llevarlo a cabo conlleva problemas. Jeremías consultó al Señor y Dios le contestó: “Quédense donde ahora están” les dice, “Os edificaré y no os destruiré…” (Dios tiene un Plan), “Os plantaré y no os arrancaré…” (Dios tiene un Propósito), “No temáis porque con vosotros estoy yo... para salvaros, y para libraros de su mano” Pero obviamente está latente nuestra opción: Nuestra ilógica y desatinada opción de volver a Egipto, “En Egipto no tendremos guerra…” (Vemos paz, pero es una paz aparente), “En Egipto no oiremos sonido de trompeta…” (Se ve todo tan tranquilo, pero es una tranquilidad aparente), “En Egipto no padeceremos hambre…” (Hay total abastecimiento, pero abastecimiento de los apetitos de la carne). La duda es si seguimos haciendo lo que a nosotros nos parece lo mejor, pero… pero desobedecer a Dios tiene un costo, y es alto. Con Dios no se juega. A Dios no lo manejamos a nuestro antojo: “La espada os alcanzará…”, “El hambre os perseguirá…”, y “La muerte os llegará”. Prefiero a Cristo. Prefiero la vida eterna y no la muerte eterna. Aunque luche diariamente, prefiero seguir en su voluntad. Quiero terminar la carrera, y obtener el premio. Haz tu lo mismo. Aún tenemos oportunidad. Con amor, Templo Corbán