sábado, abril 05, 2008

¿SEGUIR A CRISTO?

“si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2º de Crónicas 7:14) 1. “Si se humillare mi pueblo…” -Esta Palabra no es para los gentiles, no es para los que no conocen a Dios, la Palabra es específica para el pueblo de Dios, para “mi pueblo” dice el Señor. “…Sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren…”, o sea para nosotros. -Pero… ¿Acaso no nos hemos humillado? -Una y otra vez, cada vez que venimos a la Iglesia. -Cada vez que tenemos que dejar a nuestra familia, a nuestro trabajo, a nuestros quehaceres, y todo por venir a la Iglesia. ¿No es acaso humillarse? -¿No nos humillamos cuando necesitamos algo y se lo pedimos? -¿Acaso no nos humillamos cuando escuchamos improperios en contra nuestra por el hecho de ser cristianos? -¿No nos humillamos acaso cuando tenemos que obedecer a nuestras autoridades, aún cuando no estamos de acuerdo? -¿Porqué el Señor insiste en pedirnos que nos humillemos? -Hasta ahora me he empeñado en seguir a Cristo. -Hasta ahora me he empeñado en imitar su accionar. -Todo lo que he aprendido acerca de Él lo he querido hacer yo. -Me he afianzado en su Palabra cuando dijo que nosotros haríamos incluso mayores cosas que las que Él hizo, pero no me han resultado. -Hasta ahora he buscado cada una de sus pisadas y he intentado poner mi pie en ella, pero me ha quedado grande. -Hasta ahora he seguido sus huellas. -Hasta ahora he seguido sus enseñanzas. -Hasta ahora he tratado de cumplir fielmente todo lo que la Biblia dice que debo hacer. -Pero es muy difícil seguir a Cristo. -Me dicen que es fácil, que Él está conmigo, que Él me ayudará en mi caminar, pero no lo siento así. -Es que mi posición es estar siempre detrás de Él. -Solo veo sus espaldas cuando camino. -No quiero seguir mas a Cristo. -No quiero ir mas detrás de Él. -Se me hace muy difícil. -Me canso ir detrás de Él porque a veces se me aleja mucho. -Pensaba que Él estaba conmigo, pero en realidad Él iba “delante” mío. -Y yo seguía pensando que siempre debía seguirlo. -Pero sus trancos son mucho mas largos que los míos. -Sus pies son mucho mas ligeros que los míos. -La seguridad con la que Él camina no es la misma que la mía. -Ya no quiero seguir mirando sus espaldas. -Sé que Moisés solo vio las espaldas de Dios. -Pero yo no quiero ver sus espaldas. -Yo quiero ver su rostro. -Pero me habían enseñado que ningún hombre puede ver el rostro de Dios y seguir viviendo. -Pero esa era la clave, ese era el secreto!!! -Debía morir para verle. -Ya no seguiré detrás de Él. -Ya no seguiré detrás de Él, porque me propuse alcanzarlo… 2. “…Y buscaren mi rostro…” -¡¡ y lo alcancé !!. -Lo alcancé cuando me atreví a dar un paso de santidad. -Lo alcancé cuando vi la puerta entreabierta… -…y me aproveché de esa oportunidad. -Lo alcancé cuando me di cuenta que mis fuerzas más flaqueaban. -Lo alcancé cuando me di cuenta que no son mis fuerzas para caminar lo que me mantiene en el camino. -Lo alcancé cuando dejé de lado mis cargas de prejuicios que me cansaban y no podía caminar a su ritmo. -Aunque intentaba cambiar de ritmo, no podía por el peso que llevaba. -Pensaba que no tenía nada que me impidiera seguir caminando. -Pensaba porqué me costaba tanto seguir si me consideraba libre de todo peso. -Pensaba porqué no avanzaba si nada me lo impedía. -Pero mis cargas me impedían avanzar. -Y me esforzaba y me esforzaba, pero nada pasaba. -Me animaba solo, animaba a mi carne, animaba a mi corazón, animaba a mi espíritu, animaba a mi mente, pero nada pasaba. -Hasta que lo alcancé. -Lo alcancé y mi carga se desprendió de mí. -¡ Ahora camino con Él ! -Ahora es fácil caminar. -Ahora veo su rostro. -Mi carne ha muerto por eso le veo. -Ahora no me duelen los insultos ni las murmuraciones. -Ahora me dan pena e intercedo por los que murmuran. -Ahora no me duele pasar por problemas y dificultades. -Ahora las considero una oportunidad de demostrar su Gloria. -Ahora no me duele estar en el lugar que estoy. -Ahora es una dicha estar donde estoy. -Ahora sé que mi casa, mi trabajo, mi escuela o mi universidad son mi campo de batalla y allí debo estar. -Alcancé a Cristo y todo cambió. -Solo había que dar un paso de “Santidad”. -No una intención de ser santo, sino de serlo. -La orden es “Sed santos, porque yo soy santo” -No seguiré mas a Cristo. -Ahora camino con Él. -Ahora lo siento a mi lado. -Si Él se apura, algo hace que yo también me apure. -Es algo que nos une. -Es un yugo. -Es un yugo que comparto con Jesús. -Cuando me faltan fuerzas, Él me alienta, Él me hace avanzar. -Ahora comparto su santidad. -Pero sé que sin santidad no puedo verle. -Ahora entiendo porqué no avanzaba si solo me limitaba a seguirle a imitarle. -Debía alcanzarle y caminar con Él. -Ahora veo a Cristo. -Ahora veo a mi Hacedor. -Ahora el humillarme es un honor!!! -Lo he dejado todo por seguir con Él. -No me importa lo que he logrado. -No me importa lo que he alcanzado. -Solo me importa estar con Él. 3. “Y se convirtieren de sus malos caminos…” -Pero hoy Él me ha dicho algo nuevo. -Yo pensé que alcanzarle era el fin. -Pero no es el fin, es el principio. -Ahora no debo caminar con Él. -Ahora debo caminar en Él. -Ahora debo pensar como Él. -Para guiar a otros a su Reino. -Para ser yo el que sostenga con un yugo a otro, y enseñarle a caminar. -Otro día hablaremos mas al respecto. -Pues mientras haya personas que no den un paso de santidad en su caminar nunca le alcanzarán. -No te quedes en el camino, ¡Llega a la meta! -Tu meta es Cristo! -Debes a dar tu paso de santidad. -El te está esperando, no dejes que se aleje una vez mas. 4. “Yo oiré desde los cielos y sanaré su tierra…” -Él te oirá. -Ven adelante a ponerte a cuentas con Él. -No vengas a hacer un compromiso conmigo. -No vengas a hacer un compromiso con tu responsabilidad si la tienes. -Ven a buscar su rostro. -Ven a buscar un destello de su gloria. -Este es el último paso para alcanzarle. -Deja atrás tus prejuicios. -Deja atrás tus convicciones. -Ven por algo nuevo. -Deja tu vergüenza. -Deja tu mediocridad en la silla. -Ven a dar el último esfuerzo por alcanzarle y ¡¡Alcánzalo!!! -Ven a ser sanado. -Ven a cambiar de una vez por todas. -Deja de imitar lo que Él haría. -Ven a dejarte influenciar por Él. -Ven para que Él se haga cargo de tu mente, de tu corazón, de tu alma, de tus fuerzas. -Él sanará tu tierra. -Él sanará tu corazón. -Él sanará tu alma. -El sanará tu mente. -Él renovará tus fuerzas. Isaías 17:7 dice: “En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel” -Ven a contemplar su rostro. -Aquel día ha llegado. -Solo en su presencia seremos transformados. -Deja que su maravillosa presencia te toque. -No lo mires desde lejos. -Ven y sumérgete en Él. -Deja de seguirle, ven a caminar con Él.
Con amor,
Templo de Adoradores Corbán