lunes, julio 10, 2006

¿Y TÚ QUÉ HARÁS?

LA IMPORTANCIA DE NUESTRAS DETERMINACIONES 1ª Crónicas 21:1 al 27 1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel. 2 Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa. 7 Asimismo esto desagradó a Dios, e hirió a Israel. 8 Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente. 9 Y habló Jehová a Gad, vidente de David, diciendo: 10 Ve y habla a David, y dile: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo. 14 Así Jehová envió una peste en Israel, y murieron de Israel setenta mil hombres. 15 Y envió Jehová el ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando él estaba destruyendo, miró Jehová y se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía: Basta ya; detén tu mano. El ángel de Jehová estaba junto a la era de Ornán jebuseo. 16 Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio. 17 Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hizo contar el pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Jehová Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no venga la peste sobre tu pueblo. 18 Y el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo. 22 Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, para que edifique un altar a Jehová; dámelo por su cabal precio, para que cese la mortandad en el pueblo. 23 Y Ornán respondió a David: Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para la ofrenda; yo lo doy todo. 24 Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste. 25 Y dio David a Ornán por aquel lugar el peso de seiscientos siclos de oro. 26 Y edificó allí David un altar a Jehová, en el que ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invocó a Jehová, quien le respondió por fuego desde los cielos en el altar del holocausto. 27 Entonces Jehová habló al ángel, y éste volvió su espada a la vaina. Lo que hizo David, no fue acertado. David siendo quien era, y todo lo que hemos aprendido de Él y todo lo que Dios habla de Él, en esta ocasión se equivocó rotundamente. Que este caso nos sirva de ejemplo y veamos cómo hizo David para volver a tener la aprobación de Dios en su vida. Es necesario entender que, si pecamos, tenemos todavía la posibilidad de ser restaurados. 1. Abriendo la puerta al pecado (vv 2) a. Cuando creemos estar bien (La soberbia) b. Cuando oímos cosas indebidas (Chismes, groserías) c. Cuando opinamos sin base (La murmuración) -Una torpeza de nuestra parte puede matar a muchos. 2. Reconociendo el pecado en nosotros (vv 8) a. Es el primer paso a nuestra justificación (al Perdón) b. Coraje para reconocer nuestra condición (Humillarse) c. “Campeones no son los que nunca fallan sino los que nunca se rinden” (Levantarse de nuevo) -No basta reconocer que somos pecadores, debemos arrepentirnos. 3. Arrepintiéndonos (vv 17) a. La determinación válida para la santificación (Volver a Dios) b. Pedir perdón a Dios y a quien hayamos herido (Restitución) c. Público reconocimiento del error y enmendarlo (Recomenzar) -El ángel le dio la salida a David – Jesús nos da hoy la salida. 4. Nuestra adoración detiene el castigo (vv 24) a. La alegría viene (Es parte del reino de Dios) b. Nuestra mente es sensata (Sabiduría espiritual) c. Nuestras acciones son genuinas (Sacrificios verdaderos) -Nuestra adoración tiene un costo que debemos pagar. -Al adorar, Dios envía su fuego y detiene la mortandad. ¿Crees que Dios enviará fuego en este lugar que hemos elegido para ofrecer holocausto? Todo depende de nuestra determinación de hoy: o nos arrepentimos, o seguimos confiando en lo que somos capaces de hacer y seguimos dando vueltas alrededor del monte y nada pasará. Pero nosotros somos de otra generación. A nosotros Dios nos ha dado nueva vida. A nosotros Dios nos ha hecho nuevas criaturas. Entonces humíllate delante del Señor, reconoce tu pecado, arrepiéntete y sé un adorador genuino. Y el poder del Espíritu del Señor vendrá sobre ti y la mortandad cesará, tus hijos, tu matrimonio, tu familia, tus amigos, tus vecinos, no seguirán muriendo y volverán a tener una oportunidad de salvación. Hazlo por ti, hazlo por ellos. Con amor, Templo Corbán