martes, marzo 28, 2006

LA SEDUCCIÓN

Jeremías 20:7 al 11 7 Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. 8 Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. 9 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. 10 Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. 11 Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada. La Palabra del Señor siempre tiene una respuesta a cualquier situación que estemos viviendo. Lo que hoy no entendemos no debe preocuparnos mayormente, pues nada que nos pase está ajeno a la voluntad de Dios para con nosotros sus hijos. La seducción que Dios utilizó con Jeremías, fue de tal magnitud que el profeta no pudo desligarse de su Presencia. A pesar de sus inútiles esfuerzos por proclamar su voluntad para con sus hermanos. Nadie le creía y nadie le apoyaba. Hoy, cuando pensamos que esa seducción de amor se mantiene vigente, es cuando mas debemos buscar en nosotros en quién hemos creído. El está con nosotros y en nosotros. 1. La seducción de Dios la mantiene hoy día a. Es parte de su plan b. Nos pone en situaciones complicadas c. Pero su amor está en nuestros huesos 2. La Palabra de Dios se mantiene incólume a. No cambia ni varía b. Lo que Dice se hará c. Nadie podrá torcer su voluntad 3. Su fidelidad se mantiene intacta a. Estamos protegidos b. Nuestros enemigos sufrirán las consecuencias c. Serán avergonzados La muerte de Cristo en la cruz del calvario cambió totalmente nuestra posición espiritual, aquí en la tierra y también en el cielo. Hoy somos mas que vencedores. Hoy somos los “que la llevamos”. Pero tenemos que “creerle a Dios”. A pesar de nuestro entorno. A pesar de las situaciones adversas. A pesar de lo que vemos (con nuestros ojos humanos). A pesar de lo que nos dicen. A pesar de todo. A pesar de nosotros mismos. Tenemos a Dios a nuestro lado, ¡como poderoso gigante!. ¡Anímate!, ¡Levántate!, ¡Retoma tu armadura!, ¡y póntela!. Tenemos mucho que hacer. Aún hay almas que salvar. Aún hay demonios que patear. “!!Las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia!!” ¿Necesitas asegurarte en Dios?. ¿Necesitas reafirmar tus pensamientos?. ¿Necesitas comenzar de nuevo?. Ven ante su presencia y oremos juntos. Con amor, Templo Corbán